El supresor
de picos es un aparato que desvía la electricidad que rebasa los 120 voltios
hacia un cable a tierra. Esto es posible por medio de un Variador de Óxido de
Metal (MOV), que consta de tres elementos: una pieza de óxido de metal en el
centro que se une a la línea viva de voltaje y a la de tierra por medio de dos
semiconductores, los cuales poseen una resistencia variable en función del
voltaje, de tal forma que al haber un exceso de potencial la energía extra se
desvía hacia el cable de tierra (de ahí el porqué la mayor parte de las
clavijas de aparatos electrónicos constan de tres elementos: positivo, negativo
y tierra).
Casi todos los supresores de picos operan como circuitos en paralelo:
el voltaje en exceso se desvía de la ruta normal hacia otro circuito,
regresando la linea viva a un voltaje adecuado sin interrumpir el suministro a
los aparatos conectados. Pocos son los supresores que emplean circuitos en
serie, esto es, reteniendo el exceso de energía. Tal es el caso de los
supresores con capacitores, que se emplean en aquellos casos donde la
instalación eléctrica local no posee conexión a tierra física o, bien, si se
desea una respuesta más rápida ante las variaciones de corriente.
Existen varios niveles de protectores de picos: desde los más baratos,
con una cobertura mínima, hasta los grandes sistemas diseñados para áreas de
cómputo más amplias. El nivel de protección lo determina el costo-beneficio de
poder perder la información o los sistemas: básicos, intermedios y avanzados.
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